viernes, 1 de julio de 2011

SEMBLANZA DE NUESTRA GENTE: UNA VOCACIÓN CON HISTORIA

Luis Espinoza Iturra ingresó al Hospital el 2001 como conductor, y con el tiempo también fue tomando otras responsabilidades, como por ejemplo suplir en la subrogancia cada vez que es necesario al jefe de Servicios Generales y entre risas nos cuenta que le toca esa subrogancia “de pura mala suerte no más, pero hablando en serio uno tiene que aportar a la causa, que las cosas funcionen y si me consideraron bien, es por eso”.
Santiaguino de tomo y lomo, estudió su enseñanza media en la Escuela Industrial Los Libertadores de la comuna de Independencia y trabajó durante 17 años como conductor y dueño de un taxi colectivo y se vino al San José porque le llamó la atención, de hecho su padre trabajó toda su vida en el Calvo Mackenna en mantención de prados y jardines.
“Cuando uno entra como conductor sabe lo que va a ganar, además, mi padre era funcionario público y de ahí viene la vocación de servicio y en mi caso es fuerte, pero también uno piensa en la estabilidad laboral”, nos cuenta para explicar su opción de venirse a trabajar al San José y dejar el taxi colectivo.
Como siempre en esta sección preguntamos a nuestros (as) entrevistados (as) sobre qué es lo que más les gusta de trabajar en nuestro Hospital, Luis Espinoza contesta que “es el contacto que uno tiene con los pacientes, yo me siento bien ayudando a la gente con lo que yo sé”. Y sobre lo que le desagrada, luego de pensarlo un momento, nos dice que “a veces se da un poco de desunión producto del estrés laboral y eso es por el sistema de vida porque el Hospital nos consume mucho tiempo”.

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