La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que actualmente es más arriesgado y peligroso acudir a un hospital que volar en avión, sobre todo teniendo en cuenta que cada año mueren millones de personas por errores médicos o infecciones nosocomiales.
Liam Donaldson de Naciones Unidas asegura que «si un ciudadano es ingresado en un hospital de cualquier país del mundo, tiene un 10% de probabilidades de sufrir algún error en su cuidado, que en uno de cada 300 casos puede llevarle a la muerte». Sin embargo, añade este experto, el riesgo de morir en un accidente aéreo es muchísimo menor, ya que hay una probabilidad entre 10 millones, lo que «demuestra que la atención sanitaria en general en todo el mundo tiene todavía un largo camino por recorrer».
La cosa no ha cambiado mucho teniendo en cuenta que en el año 1999 un informe del Institute of medicine (IOM): “To Err Is Human: Building a Safer Health System” entre sus muchas conclusiones decía que las muertes por errores médicos eran muy superiores a la de los accidentes de coche, laborales o aéreos.
El tema de la seguridad del paciente, como otros muchos en sanidad, cada CCAA ha hecho lo que ha podido, unas lo tienen más desarrollado, otras menos. De manera global, en mi opinión todavía no se le ha dado la suficiente importancia y mucho me temo que con los tiempos que se avecinan de recortes y vacas flacas, va a ser una de las áreas que se va a ver afectada.
De todos modos me alegra que todavía surjan buenas iniciativas a nivel del ISMP-España y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria como este “Nuevo estudio sobre implantación de prácticas seguras de medicamentos en los hospitales españoles” con el apoyo y financiación de la Agencia de Calidad, todo un lujo.
Tomado de blog Imagine Farma
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