SEMBLANZAS DE NUESTRA GENTE

Marcela Paz Flores

Nació en Santiago y vivió toda su infancia y adolescencia en Illapel . Después de terminar cuarto medio emigró a la capital  para trabajar y estudiar, ingresando a estudiar  para  Técnico Paramédico  en  el Servicio de Salud Metropolitano Norte.

Comenzó a trabajar en el Hospital San José en julio del año 1984. 

Marcela nos cuenta que  terminando  el curso de Técnico Paramédico  vuelve a su natal Illapel, sin embargo “me llaman al hospital  viejo y comencé a trabajar en el adosado de la Unidad de Medicina, el cual en aquella época agrupaba todas las especialidades. Allí tuve que aprender todas las especialidades y trabajar  con los médicos de todas las especialidades.”

Más tarde nos cuenta, llegó a trabajar la Señora Elena Torres Celedon y ella determina separar las especialidades, por lo que fui destinada a quedar trabajando entre Cardiología y Electrocardiograma.

Cuando el Hospital se cambia a las  instalaciones nuevas,  Marcela entró a trabajar  en la Unidad de Endoscopia (año 2001) para posteriormente integrarse a la Unidad Broncopulmonar donde aprendió y comenzó a realizar Espirometrias.

Tiempo después  empezó a realizar Fibrobroncoscopia y el  año 2009  es destinada exclusivamente para trabajar con  pacientes con cáncer pulmonar. En el desarrollo de esta labor, los médicos del comité de Pulmón del Instituto Nacional del Cáncer y en reconocimiento de su labor la premian para asistir a un Congreso de la Especialidad, que se desarrollará en el mes de diciembre.

Marcela nos dice  que en lo gremial es Presidenta de la, Asociación de Técnicos Paramédicos del CDT (ATP del CDT), pero que ingresó a dicho gremio porque  había una necesidad  de inculcar respeto por los Técnicos Paramédicos.  “yo creo que   entre los trabajadores de este hospital, sobre todo entre los técnicos paramédicos  falta  más empatía entre ellos”. También me gustaría más unión y respeto entre todos los trabajadores del hospital.

En lo personal  nos dice que trabajar con pacientes con cáncer pulmonar es una experiencia muy dura. “Existe mucha gente que llega solo o acompañada de un vecino. Poca gente es acompañada por familiares.  Mi trabajo es bueno, pero es bastante sufrido porque llegan pacientes muy jóvenes y que uno sabe que tienen diagnósticos duros y uno ya sabe su desenlace”; nos indica en forma final.